La preparación de una obra implica todos los pasos necesarios para preparar un terreno para la construcción. Este proceso incluye la retirada de plantas, escombros y estructuras existentes. También implica nivelar el terreno y realizar análisis y estudios del suelo. Los trabajadores instalan servicios públicos provisionales y carreteras de acceso. Establecen medidas de control de la erosión y los sedimentos. Por último, se aseguran de que se cumplen todas las normas medioambientales y de seguridad. Una buena preparación del terreno proporciona una base sólida y estable para el éxito de los proyectos de construcción.